lunes, 20 de abril de 2015

LA "CREACIÓN DE EMPLEO" EN EL SECTOR NO ES ARGUMENTO PARA QUE LA SOCIEDAD TENGA QUE SER DISEÑADA A MEDIDA DE LOS INTERESES DE LA HOSTELERÍA RUIDOSA.

 Imaginemos una sociedad en la que se viese como normal que las calles y carreteras estuviesen llenas de enormes baches. Imaginemos que se inicia un movimiento social que demanda un asfaltado y un mantenimiento de calidad. Imaginemos que ciertos sectores ponen el grito en el cielo, argumentando que las chapisterías y los negocios de amortiguadores "mueven" la economía y generan mucho empleo.
 Obviamente se les diría que la sociedad tiene que ser diseñada en aras del Bien Común y no a medida de los intereses de ningún sector comercial concreto. Seguiría existiendo el sector de los talleres de reparación, lógicamente, pero dimensionado a su tamaño justo.
  La sociedad española actual parece diseñada a medida de los intereses de la hostelería. El ruido que genera el sector pisotea múltiples derechos fundamentales de las personas y la visibilización privilegiada del consumo de sus productos en espacio público institucionaliza ese consumo como si en vez de ser opcional fuese necesario y universal. Esa forma permanente y ubicua de publicidad del sector perjudica el desarrollo de otros sectores económicos,  e impide el desarrollo social, que necesita de sosiego, reflexión y visión a largo plazo, al convertir el mundo en un enorme bar en el que sólo cabe el ruidoso bullicio, la diversión alienante del alcohol y la satisfacción de apetencias básicas e inmediatas..

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